Hace veinticinco años, exactamente un cuarto de
siglo, Susana Giménez y Ricardo Darín terminaron su noviazgo. Durante
ocho años, fueron la pareja más fotografiada del ambiente. Pero la
ruptura no los alejó: desde entonces –y para siempre– se convirtieron en
amigos íntimos, "del alma". Se divierten cada vez que se cruzan en
televisión y comparten salidas con sus parejas.
Después de sus vacaciones en La Mary, su chacra de Punta del Este, Susana voló a Miami. Disfrutó de unos días en su mansión de South Beach, salió con amigas y se encontró en Lincoln Road con Eugenia Tobal. Más tarde viajó a Europa. Poco se sabe de su recorrida: que paseó por París y Madrid, no mucho más. "Estaba muy entusiasmada con la idea de practicar francés, un idioma que domina a la perfección", confió una amiga. Sin embargo, cuando se especulaba con su vuelta a Buenos Aires para definir su futuro en televisión, regresó a South Beach. Allí se encontró con Ricardo Darín, quien llegó a la ciudad junto con su mujer, Florencia Bas, como invitado especial para el estreno de la película Un cuento chino en Estados Unidos.
La diva los recibió en su casa como una gran anfitriona. Después, el sábado 10, los llevó en su Rolls-Royce a uno de sus paseos preferidos: el mall de Bal Harbour. Recorrieron los locales de Neiman Marcus y Michael Kors. Mientras Susana se probaba distintas prendas, Ricardo jugaba a ser su personal shopper: la asesoraba en cada compra y también le cargaba las bolsas. Después, los tres almorzaron en el restó italiano Carpaccio, donde conversaron durante horas. En una entrevista telefónica con Todo por hacer, el programa de Jorge Lafauci por Radio 10, Darín explicó la clave de su relación con Susana: el respeto. "Siempre hay que tener respeto por el otro. Si hay amor, podés discutir, pero las cosas se arreglan. Y eso me ocurrió siempre con Susana. Nos queremos mucho, más allá de todo lo que discutamos. Cuando hay afecto de por medio no tenés que bajarle la cortina a la otra persona. Si quisiste a alguien es difícil dejarla de querer", dijo. Esa noche, el actor –acompañado por Florencia y Susana– asistió al estreno de Un cuento chino en el marco de la 29a edición del Festival Internacional de Cine de Miami. La convocatoria dejó feliz a Darín: más de 1700 personas asistieron a la avant-première en el emblemático Olympia Theatre. Además, el actor recibió un galardón de manos del cónsul argentino Miguel Talento.
Al día siguiente, Ricardo, Florencia y Susana fueron al recital que los Pimpinela dieron en el Dade County Auditorium para presentar su nuevo trabajo discográfico, Estamos todos locos. El programa del fin de semana también incluyó una rica cena en la parrilla de estilo argentino 920 Grill, ubicada en la tradicional peatonal de Lincoln Road, donde ellas ordenaron un menú a base de ensalada de verdes con pollo y el protagonista de Carancho eligió un bife con papas fritas.
Finalmente, el lunes 12, Susana volvió a Buenos Aires. La esperan semanas muy agitadas: además de programar su último año en la televisión (así lo anticipó en más de una entrevista), la diva prepara un ciclo de veinticinco emisiones producido por Sebastián Ortega que recordará los mejores momentos de su carrera y se transmitirá en directo desde un estadio. Por su parte, Darín espera el estreno de El elefante blanco, la película de Pablo Trapero que protagoniza junto con Martina Gusmán.
Revista ¡Hola! Argentina
