CUATRO AÑOS SIN MICHAEL JACKSON

La muerte de Michael Jackson conmocionó al mundo. Aún sigue sin esclarecerse el caso. El artista dejó un legado único que muchos quisieron imitar.

Las intrigas sobre su persona y su familia no acabaron el 25 de junio de 2009. Durante este tiempo, los tribunales han sido testigos del epílogo de la vida del rey del pop: han encendido el debate sobre sus deudas; sus últimos días han sido objeto de controversia, y su vida, fracasos y éxitos, siguen siendo hoy actualidad. En estos años, dos jurados han presenciado la resurrección del cantante en las pantallas de televisión, lo han visto girar, bailar y luego desaparecer. Han escuchado su voz, han podido leer sus escritos y ver su cuerpo sin vida. Un fallecimiento que aún hoy sigue dando mucho de qué hablar.

En estas semanas tiene lugar el último de los juicios que enfrenta a la familia Jackson y a AEG Live, empresa de conciertos que organizaba la gira mundial de Jackson, This is it, y que nunca se llevó a cabo, ya que el cantante murió dos semanas antes del estreno. La madre de Jackson, Katherine, de 83 años, junto a sus tres hijos Paris, Prince, Blanket denunciaron en 2012 que la compañía fue responsable de la muerte del cantante.

Según los familiares, la compañía contrató, coaccionó y supervisó cada una de las acciones del doctor Conrad Murray, condenado a cuatro años de prisión y actualmente en la cárcel por homicidio involuntario. Por su parte, AEG Live alega que fue Jackson quien decidió someterse, esconderse y ser supervisado por este médico, y que "los ejecutivos no tenían conocimiento del peligro de propofol" -un agente anestésico intravenoso de corta duración-, medicina que se le estaba suministrando al cantante en la privacidad de su mansión (el rancho de Nerverland). La familia reclama a AEG Live más de 30.000 millones de euros por daños.

El último detalle desvelado en el juicio apunta a la falta de sueño de Jackson. Según el texto jurídico, el cantante "pudo haber estado dos meses sin dormir antes de su muerte"; noches en las que bebió infusiones de propofol que le fueron suministradas por Murray. "Los síntomas de Jackson eran los mismos que los de una persona que sufre una constante privación de sueño durante un periodo largo", aseguró el pasado viernes Charles Czeisler, un experto de la Facultad de Medicina de Harvard, durante la vista. Según este experto, Jackson hubiera muerto igualmente si hubiera llegado al día 80 ingiriendo estas infusiones.

El doctor Murray, durante su juicio, admitió a la policía que le había suministrado el medicamento durante 60 días y hasta tres días antes de su muerte. "Las personas que están privadas de sueño durante largos periodos de tiempo pueden sufrir paranoia, ansiedad, depresión e incapacidad de concentrarse. Pierden el equilibrio y el apetito y su respuesta emocional y motora refleja lentitud", explicó Czeisler. Las personas que vieron al rey del pop antes de morir aseguran que presentaba muchos de estos síntomas.