En la primera parte de este espectáculo Wainraich interpreta tres personajes que desde sus frustraciones no sólo muestran su humor característico, sino que también reflejan la idiosincrasia argentina y porteña a través de sus costumbres, sus expresiones y sus lugares comunes. En la segunda, vuelve en sí y demuestra por qué es uno de los referentes más importantes del stand up en Argentina, con un monólogo explosivo.
Sebastián Wainraich cuenta con el asesoramiento artístico de Osqui Guzmán y llega a Mar del Plata luego de un 2013 donde estrenó por sólo 12 semanas y se quedó todo el año en el Teatro Maipo de Buenos Aires, logrando ser visto por más de 50.000 espectadores.
