Laura (Isabel Macedo) se conmueve cuando ve las imágenes del nacimiento del bebé de Pablo (Esteban Lamothe) y Cinthia (Natalie Pérez). Tiene sentimientos encontrados. Por un lado, se emociona con esa nueva vida que ha llegado al mundo. Por el otro, no puede evitar la angustia que le provoca ser sólo espectadora de esa película con un final tan feliz.
El Dr. Müller (Mike Amigorena) finalmente se decide y le pide formalmente casamiento a Lorena (Florencia Bertotti), quien no puede creer que ese hombre esté, literalmente rendido a sus pies.
Mónica (Mercedes Morán) avanza en su relación con Mariano (Ignacio Spreglebud). Y, en una sesión de terapia, descubre que se trata de una estrategia sin sentido para provocar al Tano (Dady Brieva), su verdadero amor. Pero ya es tarde para arrepentimientos: su socio tiene firmes intenciones de reconstruir su familia con Claudia (Lois).
La familia de Andrea (Araceli González) se derrumba día a día: su relación con Alejandro (Mauricio Dayub) va en “caída libre”, al igual que el vínculo con su hija Cata. Para peor, descubre que su situación actual tiene un “asidero genético”: sus padres, a quienes consideraba muy unidos, están separados hace tiempo. Su mamá abandonó a su papá y él ya está de novio con una dominicana.
Por su parte, el mundo de Mey (Carla Peterson) también se desmorona: su “héroe de tierra”, Donofrio (Alberto Ajaka) decide poner punto final a la relación. Para él, una traición es imperdonable.
