Mientras Laura (Isabel Macedo) avanza en su relación con Zavala (Nicolás Repetto), Lorena (Florencia Bertotti) y Pablo (Esteban Lamothe) “comparten” la desdicha de haber sido despedidos de sus respectivos trabajos. Lore sufre por la decisión apresurada del Dr. Müller (Mike Amigorena) mientras que Pablo no puede tolerar los celos que le provocan la nueva relación de Laura, hecho que lo enfrentó a su jefe y produjo la desafectación laboral.
Unidos por la angustia y la desazón, ambos deciden compartir el triste momento. Del llanto pasan a la risa sin escalas, envalentonados por el alcohol. Pablo empieza a mirar a Lorena con otros ojos y, en un arrebato, la besa apasionadamente.
Mientras tanto, la mentira de Mónica (Mercedes Morán) se desmorona: finalmente el Tano (Dady Brieva) se entera de que no está enferma. Enojado y desilusionado, Manfredi no podrá perdonar tan fácilmente tamaño disgusto.
Mey (Carla Peterson) visita por primera vez a los familiares de Donofrio (Alberto Ajaka) en Los Polvorines. Se trata de una familia muy agradable, sencilla y humilde, pero cuyo estilo de vida contrasta notoriamente con su postura afectada. Se siente “sapo de otro pozo”.
Y Andrea (Araceli González) se enfrenta a lo que ya era inevitable: el encuentro “cara a cara” entre su marido Alejandro (Mauricio Dayub) y Ernesto (Federico Olivera), con ella de testigo.
