El evento será esta noche en el escenario de la Sala María Guerrero, donde China festejará actuando en el espectáculo, en un formato de teatro semi-montado con el que realizó una exitosa gira por todo el país.
Esta única función en el escenario del Cervantes será la despedida de la actuación para la gran actriz, directora y productora, nacida en Montevideo en 1922, que llegó a Buenos Aires en 1971 ya con una consagrada trayectoria.
En esta ciudad, adonde se estableció, pronto adquirió una notable popularidad tanto por sus participaciones en cine y teatro, como en televisión. En el Cervantes dirigió en 1995 "La pulga en la oreja" de Georges Feydeau.
Nacida como Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz el 14 de marzo de 1922, debutó en la actuación en 1943 como parte del grupo Ars Pulcra. Estudió en Londres y a su regreso debutó en “Una familia feliz”, de Antonio Larreta (con quien tuvo una larguísima y fructífera colaboración), en la Comedia Nacional en 1949. Como parte de este elenco participó de más de 80 obras de teatro y numerosas veces con Margarita Xirgú, que la dirigió en “La celestina”, “Bodas de sangre”, “Tres hombres y una mujer”, “Sueño de una noche de verano” y “Romeo y Julieta”.
Con los años su experiencia se diversificó enormemente y también se desempeñó como directora y actriz en cine y televisión. A tal punto que se la considera como una de las figuras del arte y la cultura rioplatenses más prestigiosas, entre cuyos galardones está la Legión de Honor que le concedió el gobierno francés hace cuatro años.
En cine, China participó en “La tregua” (1974), “Señora de nadie” (1982), la inolvidable “Esperando la carroza” (1985, como Elvira Romero), “La peste” (1991), “La nave de los locos” (1995), “Fotos del alma” (1995), “Besos en la frente” (1996, como Mercedes Arévalo), “Elsa y Fred” (2005), “Doria” (2008) y “Sangre del Pacífico” (2008). En TV tuvo una participación destacada en “Mujeres asesinas” (2005).
Próximamente, Diego Fischer publicará una biografía sobre su vida. Zorrilla tiene tantos episodios vividos, y en épocas tan diferentes, que su biógrafo puntualiza que el libro abarcará una buena parte de la historia del siglo XX.
Sin embargo, Fischer aclaró que "una cosa es lo que China ha hecho, que es contarse a sí misma, y otra cosa es contar su vida, escribir sobre ella desde otra mirada, una mirada que no está involucrada con la protagonista de la historia. Esto significa un desafío muy importante”.
Entre las fuentes que consultó, se destaca la correspondencia familiar de los Zorrilla, que arroja luz sobre los primeros años de vida de la biografiada y el ambiente de su casa paterna. "Hay muchas cartas que son documentos muy interesantes. Por un lado, aparecen historias paralelas muy jugosas, con Rodin y Bourdelle como protagonistas. China era recién nacida, y hay algunas cartas que son muy dulces, tiernas", dijo.
