“Somos personas muy diferentes viviendo todos en la misma casa, con unos egos muy grandes. Puede que sea una malcriada, pero a mi me cuesta; desde el primer día ‘la careteo’ pero no estoy feliz”, dijo quebrada.
Connie Ansaldi agrego, que “hay una pequeña crisis entre la bailarina Laura Fernández y Federico Baldino”. Según la panelista, Laura le había dicho que: “Federico se va de los ensayos todo el tiempo cuando algo no le gusta; si hoy no hace bien el ensayo me voy”.
También se vieron imágenes del exigente ensayo a cargo de la coach Vanesa García Millán. Ajustando los movimientos para el reggaetón -el ritmo de la gala del sábado- la coach lanzó una premisa, según la cual los chicos elegían un animal y después tenían que emularlo, “pelando ésa energía animal”.
Un nuevo conflicto salió a la luz con Magdalena Bravi y otra chica “picante” del reality, Julieta Carbonel. Se dijo que Julieta la acusó de haber revelado una conversación entre ellas, que no debía trascender. Magdalena lo explicó así: “Yo me llevo bien con Sol (Cescato) y las chicas (Salomé Calamonici y Julieta Carbonel) vinieron a quejarse y decirme que ella estaba robando protagonismo frente a las cámaras. Pienso que querían que yo se lo dijese, porque ellas no se animaban”.
Más tarde, desde el móvil, “Magui” se quejó de que sus compañeras habían estado hablando mal de ella en la puerta de su habitación hasta altas horas de la madrugada. La “piedra de la discordia”, Soledad Cescato, admitió: “Yo soy una conejita de Playboy; a mí se me prende una cámara y la quiero seducir todo el tiempo”. Es obvio: la guerra entre las chicas está declarada.
Y una buena noticia para Joaquín Starosta. Por ahora no hay “destierro” para él. Así lo aseguró un comunicado de la producción que analizó los conflictos que éste mantuvo con Mariano de la Canal -el fan de Wanda- y Augusto Morgante. ¿Estará cambiando su comportamiento, considerado distante y arrogante por sus compañeros?”
Además del baile, la convivencia sigue siendo un punto clave dentro del reality más importante de la televisión. Los chicos lo saben y empiezan a jugar sus cartas.
