“Cuando terminé la vorágine de las tiras juveniles tuve que parar la pelota y decidir, una vez más, si quería seguir en esto y fundamentalmente cómo quería hacerlo”, resaltó a Télam el actor, quien durante seis temporadas fue un ícono juvenil al frente de “Chiquititas” y “Rebelde Way”.
Es que en 2004, luego del furor de ambas tiras, Colombo sintió la necesidad de replantear su carrera y apostar a diversificar sus roles como actor.
En esa línea llegó un año más tarde el papel principal en “El Graduado”, la obra que encabezó junto a la emblemática Nacha Guevara y que, gracias al reconocimiento del público, un año más tarde se subió a las tablas junto a su padre Juan Carlos Colombo para protagonizar “No te preocupes ojos azules”.
Luego, afianzando su carrera sobre las tablas Felipe se puso al frente de puestas de la talla de “Yepeto”, "El alivio", "No confíes en mí" y actualmente protagoniza junto a Laura Azcurra "Noche de Reyes" en el Teatro El Cubo.
Pero no sólo eso, además participó de la segunda temporada del unitario “Mujeres asesinas”, “Son de Fierro”, “Por Amor a vos” y, actualmente, interpreta a un policía en el prime time de El Trece con la tira encabezada por Luciano Castro y Romina Gaetani, “Herederos de una venganza”.
Por eso, luego de su aparición en distintos papeles que le fueron granjeando un camino como actor por fuera de los prejuicios que lo encuadraban únicamente en un público adolescente, a Colombo le llegó el turno de embarcarse en su primer protagónico de cine en una película poblada de actores de renombre.
Porque no sólo la bella Garciarena está al frente del filme que anuda pequeñas situaciones a lo largo de un día en tiempo real, sino que también participan actores de la talla de Mario Pasik, Juan Leyrado, Laura Azcurra y Catherine Fullop.
“Este proyecto es muy importante porque es mi primer protagónico en cine; yo trabajo desde muy chico pero estoy reiniciando mi carrera y el cine es algo en lo que me gustaría empezar a incursionar”, confesó Felipe, cuyas primeras apariciones en la pantalla grande fueron en “Erre Way”, “Chiquititas” y tuvo una breve participación en “Cara de Queso” de Ariel Winograd.
En este caso, “Solos en la ciudad” narra la historia de Santiago (Colombo) y Florencia (Garciarena), una pareja que al salir de una fiesta de casamiento decide contemplar el amanecer desde la Costanera y, en medio de una discusión inesperada, afloran diferencias que podrían dar por tierra con la relación.
Luego de la pelea, ambos personajes comienzan a deambular solos por Buenos Aires y, enmarcados en distintos paisajes, van encontrándose con personajes que, poco a poco, irán aclarando el panorama de lo que verdaderamente desean hacer.
Acerca de su personaje, el actor explicó que se trata de un “joven profesor de historia, súper idealista e intelectual, que se enamoró de una abogada muy exigente que comenzó a hacer carrera en el estudio de su papá”.
“La película -continuó- aborda el momento exacto en el que ambos se dan cuenta de que están enamorados de alguien que, en algunos aspectos, es totalmente diferente y tienen que definir si están dispuestos a ceder o si es momento de separarse”.
Así, en las 18 horas posteriores a la pelea, ambos personajes irán capitalizando consejos de conocidos y extraños que van surgiendo de erráticas caminatas urbanas donde los paisajes de la ciudad logran volverse protagonistas.
Al respecto, el hijo del actor argentino Juan Carlos Colombo y la actriz mexicana Patricia Eguía resaltó que esos encuentros, que por momentos rozan lo bizarro, “hacen las veces de la conciencia de los protagonistas”.
“La variantes de consejos que se presentan en ese momento se resume a esas pocas horas en las que ellos tienen la posibilidad de cambiar su vida rotundamente, son personajes con una historia para ellos o algunos que aparecen de la nada y se enredan en una discusión filosófica sobre la vida”, concluyó.
Por último, y con este nuevo protagónico a cuestas que marca un mojón en su trayectoria cinematográfica, Colombo destacó la calidad del cine nacional pero advirtió los conflictos que existen para “difundir las películas”.
“Se hace muy buen cine en Argentina, ya sea independiente o comercial, pero el problema no es hacer cine sino que se vea, que tenga lugares donde exhibirse para que la gente lo pueda disfrutar y las producciones no queden sólo dentro del circuito festivalero”, denunció.
“Lo que sucede es que las salas y las distribuidoras están invadidas por el cine industrial hecho para el éxito que tiene el empuje de una maquinaria que cada vez te ofrece más, y el cambio también tenemos que hacerlo nosotros que quizás desde muy chicos estamos acostumbrados a pochoclear y también se puede disfrutar de otro tipo de cosas”, concluyó .
