A los 40 años María Julia quedó embarazada después de casi cinco años de tratamientos con su pareja Ariel Straccia, la periodista dijo: "un hijo es un milagro, no un ataque de pánico antes de la menopausia. Pero todo esto quedó en una anécdota cuando me enamoré de Ariel", "Como dice la Biblia, al que cree, todo le es posible".
Cuando comenzaron con las primeras consultas con el médico al no poder quedar embarazada con el método natural, Oliván contó que le pidió que le dijeran la verdad: "Yo me la bancaba y me confirmaron que la posibilidad de quedar embarazada era de un 10 por ciento".
Tras este diagnóstico, Oliván señaló que vinieron las primeras fertilizaciones asistidas y la aplicación de hormonas: "Luego de dos tratamientos llegó la buena noticia. Unas 50 inyecciones en la panza y dos intentos. El último fue el ganador. ¿El cuerpo? Hinchado, cansado pero luchándola".
En el segundo intento quien más confiaba que iba a ser exitoso fue su pareja: "Él estaba envuelto en una gran esperanza. Juro que su fe ciega me daba bronca. Y bueno la subunidad Beta dio 667 (alto) y yo dije que capaz salió mal el análisis. Lo hice por segunda vez y me dio 1770 y a la semana siguiente lo repetí y subió a 17.000".
De tanto leer los diagnósticos, la periodista confesó que había aprendido a interpretarlos: "Yo me di cuenta que había dado un valor muy alto, llamé al médico y me dijo que estaba embarazada. Fue ese minuto mágico, feliz, no podía parar de reírme".
De alguna manera, la periodista había asumido su destino en la imposibilidad de quedar embarazada: "Creí que no iba a poder. Sin ir más lejos, el año pasado había quedado embarazada pero lo perdí".
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