Mariano Peluffo fue el encargado de dar a conocer al primer concursante que se ganaría un lugar en la final tras una prueba que realizaron al restaurante Oviedo donde debieron replicar uno de sus platos.
Iñaki hizo cebiche, Lucas chipirones, María pulpo y Micaela pescado y el plato elegido por unos comensales de lujo, junto con el jurado integrado por Donato de Santis, Christophe Krywonis y Germán Martitegui, fue el de Lucas que muy emocionado repetía "No lo puedo creer".
En la segunda instancia, el objetivo fue imitar el plato de la infancia de los jurados: Iñaki tuvo que hacer los ñoquis de ricota que a Germán le hacía su mamá; María el pastel de papa que hacían en la familia de Christophe y Micaela el pasticciotto, un postre con crema pastelera, de Donato.
La ganadora de la prueba y segunda finalista del programa fue María, que supo imitar a la perfección los sabores de la infancia de Cristophe.
De esta manera, Micaela e Iñaki, fueron los eliminados del reality y dejaron a María y a Lucas en la gran final.
