"RELATOS SALVAJES" UN ÉXITO EN TODO EL MUNDO

La última película de Damián Szifrón, un verdadero fenómeno de taquilla en Argentina, tuvo una excelente recepción tanto dentro como fuera de las salas en el festival, donde fue aplaudida durante y al término de su proyección en la sección Perlas.
Muchos de los espectadores que asistieron a la exhibición del filme de Szifrón aplaudieron incluso en algunas escenas específicas y al final de cada uno de los episodios que lo componen, y ese entusiasmo se propagó luego al Palacio Kursaal entre los periodistas que asistieron a la conferencia de prensa.

Szifrón, los actores Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia, y los productores españoles Agustín y Pedro Almodóvar, se sentaron frente a la prensa internacional y llevaron adelante una charla donde no faltó el buen humor, algunas bromas y muchos aplausos de aprobación en algunas de sus intervenciones.

"La primera noticia que tuve de Damián fue 'Tiempo de valientes' y me dije: 'Vamos a estar atentos a este chico'. Luego, el guión de esta nueva película me fascinó, me apasionó y me divirtió muchísimo, porque todas sus historias tienen el mismo tono, el mismo humor negro y la misma mala leche", afirmó Pedro Almodóvar.

Szifrón devolvió los halagos y dijo, por su parte, que "fue fácil hacer esta película con el apoyo de Pedro y Agustín Almodóvar. Siempre me preguntaron por la supuesta presión que significa trabajar con gente que uno admira, pero todo lo que me llegó de ellos fue energía, lucidez y un gran apoyo".

En las seis historias breves que componen "Relatos salvajes", Darín, Sbaraglia, Oscar Martínez, Rita Cortese, Érica Rivas y Julieta Zylberberg interpretan a seres expuestos a diversos modos de violencia social, en un grado tan alto que su forma de ver y pensar el mundo, sus creencias éticas, se derrumban y pierden sentido.

Uno de los puntos fuertes del filme es su capacidad de generar una revolución interior en los espectadores, al ponerlos -al igual que hace con sus personajes- en una situación límite frente a la cual no saben qué posición tomar, ya que los perturba y les produce profundas dudas acerca de su cosmovisión y moral.

En ese sentido, Szifrón sostuvo que en la película se expresa "un deseo de liberación en relación a las agresiones y a la invasión de tu espacio vital. Creo que representa el placer de animarse a reaccionar en contra de las injusticias".

"Damián tiene su propio universo y hay que dejar que lo desarrolle solo. Como su productor, puedo decir que la primera regla es no imponerle nada. A mí me gustan mucho los estallidos y las catarsis, pero es insólito que te lleguen en un guión de tanta calidad. Me gustaría mucho volver a acompañarlo", señaló Almodóvar.

Por su parte, Ricardo Darín afirmó que "cada uno de los relatos tiene su propia identidad y su propia fuerza. Todos los actores tenemos trabajos destacables y sé que mi personaje cubre las fantasías de mucha gente en el mundo, porque ¿quién no se ha sentido humillado más de una vez?"

El actor argentino, muy apreciado por el público y la prensa españoles, agregó que "este es un festín al que nos ha invitado Damián, tanto a los actores como a la audiencia, porque propone que participemos de forma activa y poder comportarnos como si fuéramos niños para poder expresar nuestras emociones".

Agradecido por las palabras del actor, Szifrón replicó con un chiste y dijo que "Ricardo es el gran actor argentino, tan bueno que si lo ponés a leer la guía telefónica la gente lo iría a ver al cine igual. Creo que a él y a los otros actores se debe que la película sea mucho mejor de la que imaginé".

A su turno, Agustín Almodóvar señaló que "se trata de una película terapéutica, porque te produce mucha liberación sin tener que convertirte en un sociópata para expresar tu enojo. Creo que Damián nos da una medicina valiosa que nos permite liberar nuestro enfado sin tener que hacerle nada a nadie".

La película de Szifrón, que viene de competir por la Palma de Oro en el último Festival de Cannes y que abrirá el lunes próximo el Festival de Biarritz, expresa ese carácter catártico especialmente en el episodio protagonizado por Darín.

Szifrón se encargó de aclarar que lo que hace la película no es invitar a la violencia sino "transportar distintas situaciones cotidianas al terreno de mi imaginación, al espacio de la fantasía y a una reivindicación de la narración".