Camila (Julieta Cardinali) no logra superar el abandono de Pedro (Benjamín Vicuña). A pesar de que él aún no le ha dicho cuál será el futuro de la pareja, sabe que pronto irá a refugiarse en brazos de Guillermo (Julio Chávez).
Desesperada, casi al borde de la locura, Camila busca consuelo en el alcohol. Como si esto fuera poco, Ana (Pelicori) se convierte en su confidente aunque, en realidad, no hace más que remover la herida.
Por su parte, Marcos (Alfredo Casero) intenta seguir adelante con su “doble vida”. Por un lado, continúa con el papel de marido fiel con Isabel (Vivian El Jaber); por otro, sigue prometiéndole a Sonia (Julieta Zylberberg) que pronto se separará. La presión es demasiada, entonces Marcos sufre un repentino pico de estrés.
