"Como se dio a conocer en el día de ayer, lamentablemente estoy sufriendo una enfermedad conocida comúnmente como Ataque de Pánico. La misma es imprevisible y me hace fluctuar a momentos muy angustiantes. La mejor forma de enfrentarla es darle tiempo y así poder superarla con apoyo terapéutico. Es por eso que no me siento en la plenitud de mis aptitudes para encarar en estos momentos la conducción de Desayuno Americano, programa que amo".
Ernestina viene sufriendo de estos ataques hace un tiempo pero ya llegó a un punto en el que necesita estar con compañía terapéutica permanentemente.
Lo más doloroso de toda esta situación, o lo que a ella más le está costando, es que desde hace un mes está recluida en su casa de Olivos, lejos de su hijo Benicio, que vive con su padre.
Según una nota publicada en la revista Pronto de esta semana, cuando alguien va a visitar a Ernestina ella le pasa la llave por la ventana, tiene amigas que le hacen las compras, pide delivery de helado para calmar la ansiedad, recibe a su profesora de yoga y al jardinero, pero no sale ni para abrir la puerta de su casa. A su manera, la conductora está tratando de sanarse y de encontrar la forma más pronta de hacerlo.
