El
primer filme animado en 3D realizado íntegramente en Argentina y
dirigido por Esteban Echeverría, se estrenará comercialmente el próximo
jueves, luego de participar en los festivales de Annecy y en el
Hiroshima Animation Festival.
"La máquina..." es una película de animación en 3D con guión de Echeverría y Gerardo Pranteda, y cuenta una historia con personajes que se enmarcan en un universo imaginado pero con relaciones y deseos humanos.
La película está protagonizada por Pilo, un niño que vive con su madre en una pequeña casa en un cinturón de asteroides y que todas las noches sale a su balcón esperando que las estrellas hayan desaparecido del cielo porque, según su abuelo, una máquina genera las estrellas y si algún día la máquina falla y las estrellas desaparecen, un miembro de la familia será el encargado de repararla.
Pilo espera el día que finalmente se cumpla esta predicción y así poder acompañar a su abuelo en el viaje a reparar la máquina, pero lo que él no sabe es que, en realidad, cuando eso suceda tendrá que cargar solo con la responsabilidad.
En diálogo con Télam desde Hiroshima, donde se encuentra presentando el filme, el director Esteban Echeverría manifestó: "nosotros en los estudios venimos trabajando hace tiempo en esta técnica, pero más que nada en comerciales y trabajos relacionados con la publicidad. Parecía imposible realizar un largometraje, pero por suerte pudimos encontrar un socio productor y desde ese momento comenzamos a transitar el difícil camino de realizar un largo 3D en Argentina".
-¿Cómo fue el proceso que condujo a la realización del filme?
-Primero apareció la idea, que fue de mi socio Sebastián Semproni, luego yo comencé a trabajar el guión con Gerardo Pranteda y la producción arrancó de la mano de Gonzalo Speranza, al mismo tiempo que avanzábamos con el guión.
"Escribimos 14 versiones, algunas con modificaciones importantes, otras con cambios pequeños y muchas veces estos cambios tenían que ver con la imposibilidad técnica de realizar algunas escenas".
"En un largo de animación, es muy común que se modifiquen cosas sobre la marcha. Nos pasó a nosotros y le pasa a Pixar también".
-¿Cómo se logra el clima de una película para chicos pero que también atrape a los grandes?
-En nuestro caso, aprendiendo de los grandes realizadores. Los referentes fueron Hayao Miyasaki, el gran director japonés, buscábamos darle ese lado místico y de enorme personalidad, y por otro lado Pixar, quienes son maestros del ritmo y sobre todo del guión".
"Entendemos que este tipo de relatos tienen que tener atractivo para el público, darles este tipo de narrativa clásica, pero creando un mundo desde cero, con su propia mitología".
-¿Es difícil hacer este tipo de propuestas en Argentina?
-Muy difícil pero, por suerte, no imposible. Este segmento está creciendo muy de a poco en nuestro país pero sin pausa. Ahora tenemos la posibilidad de usar tecnologías que antes eran exclusivas de los países del Norte y el tema es que seguimos teniendo problemas de presupuesto. La animación es muchísimo más cara que una película de acción real.
-¿Ahora que llegó el momento del estreno, qué expectativas tienen?
-Al ser una propuesta original y nueva en la Argentina esperemos que las repercusiones sean positivas. Particularmente mi deseo es que la película logre trascender el medio y el país donde fue concebida y sea apreciada como la historia de un nene que quiere ser más de lo que le tocó ser, y es empujado hacia el camino para probarse a sí mismo".
"Más allá de que sea una película animada, nuestra intención es contar una buena historia, nada más y nada menos y si el público nos acompaña... sueño cumplido".
-¿Cuáles son los proyectos que tenés en carpeta?
-Estamos terminando otro largo de animación dirigido por Diego Rodríguez sobre "El último mago de Billembambudín", una adaptación de un libro de Elsa Borneman.