Esta semana comenzaron a rodarse las primeras escenas de “El Puntero”, el nuevo unitario producido por Pol-ka que se verá muy pronto en la pantalla de “El Trece”.
Esta producción es protagonizada por Julio Chávez, en su vuelta a la pantalla chica, luego del exitoso “Tratame bien” junto a Cecilia Roth también con producción de Pol-ka, cuenta con las actuaciones de Gabriela Toscano, Rodrigo de la Serna, Luis Luque, María Rosa Fugazot, Belén Blanco, Pablo Brichta y Carlos Moreno, entre otras importantes figuras.
Síntesis de “El Puntero”
En tiempos en los que la marginalidad y la pobreza azotan a la sociedad y la gente cree que los funcionarios no escuchan sus reclamos, entra en acción “el puntero”, un pieza fundamental en el engranaje político. Este personaje, a diferencia del resto de los dirigentes, está cerca del pueblo, escucha sus necesidades y soluciona sus problemas más elementales como vivienda, educación y alimentación. Claro que, para hacerlo, debe negociar y responder a una red de corrupción política en la que, quienes forman parte de ella, están dispuestos a todo por un poco más de poder.
Este es el escenario en el que se mueve Pablo Aldo Perotti, más conocido como El Gitano (Chávez), un puntero político que conoce como nadie su municipio y, gracias a su carisma y trabajo, controla a los más de diez mil votantes que viven allí. Pero en la actualidad, El Gitano siente que la política no le ha devuelto todo lo que él dio a lo largo de treinta años de militancia; el reconocimiento tarda en llegar y el no puede soportar la espera.
Mientras tanto, sigue adelante con sus principales tareas: obtener el mayor apoyo para Iñiguez (Moreno), el Intendente. Pero organizar un movilización y demás tareas de militancia politica requieren de más de una persona, por eso El Gitano, como todo puntero, cuenta con dos personas de confianza: Levante (Luque), su fiel amigo, un hombre parco y muy tranquilo pero capaz de hacer temblar a todos cuando se altera y Lombardo (Rodrigo de la Serna), quien se encarga de las movilizaciones y de las tareas menos pensantes.
En pos de su carrera política, El Gitano ha postergado su vida privada. Tiene poco tiempo para ocuparse de su madre, Antonia (Fugazot), que le reclama más presencia y más dinero y de su hija Libertad (Blanco), una casi treintañera desencantada y enojada con las actividades de su padre. También, por la política ha perdido a su gran amor: Clarita (Toscano), una ex funcionaria comunal a la que conoció en los tiempos en que la política, para él, era una utopía. A pesar de confiar en sus buenas intenciones, Clarita no está de acuerdo con métodos de El Gitano, por eso decide dejarlo, aún sabiendo que es el hombre de su vida.
Ahora, El Gitano quiere ser intendente de su ciudad y está convencido que, a pesar de la mala imagen que tiene entre los Jefes Comunales, “su gente” no va a fallarle cuando lance la candidatura. Pero Iñiguez no está dispuesto a dejar la intendencia así como así. Por esta razón, el Gitano deberá enfrentarse a enemigos e intereses políticos.