KAMARR LA COMPARSA GANADORA DEL CARNAVAL DE GUALEGUAYCHU

La comparsa Kamarr, del club Sirio Libanés, volvió a ganar la edición 2014 del Carnaval del país en Gualeguaychú y logró así su segundo título consecutivo, bajo la dirección de Adrián Butteri.



Kamarr logró 127,25 puntos en la sumatoria de los jurados en cada noche de enero, febrero y marzo, y en el segundo puesto quedó Papelitos (116,25 puntos) y O Bahía (113,25) en el tercer lugar. En la edición 2015 se sumarán la poderosa Marí Marí y Ara yeví junto a Kamarr.

Las genialidades de Adrián Bu-tteri, uno de los creativos más importantes de Gualeguaychú en los últimos tiempos, presentó el tema “Que en paz descansen”, lo que fue una crítica a quienes pretenden matar el Carnaval, justo en un momento en que no pocos intentan tal cometido.

Kamarr también ganó en banda de música (con Toque de samba, el grupo liderado por Martín Irigoyen), Portabanderas y traje de fantasía, mientras que Papelitos se alzó con el reconocimiento a mejor batucada (dirigida por el funcionario municipal Martín Piaggio), y mejor pasista fue Betiana Distanza.

La creatividad, al palo
El jurado premió a una comparsa en la que se destacó la creatividad, la puesta en escena, el buen criterio, la coreografía y la música acorde. Además de Butteri, mucho tuvieron que ver Titi Riciutto y Emilce Parga, quienes se pusieron al hombro buena parte de la estructura de Kamarr, donde sobresalió además una importante inversión de la institución, que superó los 5 millones de pesos.

Cambios para 2015
Todo indica que habrá fuertes cambios para la edición 2015, aunque también un intenso debate en virtud de cuestiones internas y aspectos externos, que, sin dudas, incidieron en el magro resultado de este año.

Hay quienes sostienen que se deben achicar costos fijos arrancando a mediados de enero o bien directamente en el primer sábado de febrero, teniéndose en cuenta los problemas económicos que existieron en este año, como consecuencia del mal tiempo, pero también de una situación de incertidumbre en la economía de la gente, a lo que hay que agregarle aspectos organizativos que deberán resolverse.