El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana inició su 33era. edición con la exhibición de la película argentina “Un cuento chino”, de Sebastián Borensztein.
Unas 3500 personas ovacionaron al filme argentino protagonizado por Ricardo Darín en el marco de la gala de apertura de la cita cinematográfica que fue inaugurada con las palabras del director y fundador del festival Alfredo Guevara y con un impecable show del cuarteto del pianista Harold López-Nussa junto al grupo de percusión El Solar de los Seis.
“Este año el festival ha sido concebido como un taller de ideas que se encuentran o se enfrentan. Estoy orgulloso de vivir este fraterno abrazo de personas, obras e ideas”, sostuvo Guevara acerca del festival, luego de darle la bienvenida a “las hermanas y hermanos cineastas y cinéfilos de América latina”.
Guevara expresó que la intención del festival habanero reside, básicamente, “en que cada vez más sea la juventud creadora la portadora del saber y por tanto del futuro de Latinoamérica”.
Tras ese pasaje más formal, la fusión peculiar entre el jazz y la rumba creada por el cuarteto de López-Nussa le aportó color a la velada y se impuso con una propuesta que articuló un interesante diálogo rítmico entre el piano, la trompeta, el contrabajo y la percusión metálica.
Las miradas del pasaje musical además se posaron en el desempeño de El Solar de los Seis que logró asomarse al sonido jazzístico imperante con soltura y alegría logrando ensamblar sus voces, el baile y las percusiones.
Una vez que se acalló la música y se encendió la pantalla, la audiencia se dejó atrapar por el cruce entre un hombre huraño y rutinario (Darín) cuya aburrida y solitaria tranquilidad se ve afectada por la irrupción de un joven chino (Ignacio Huang) que no sabe ni una palabra de español pero con el que inicia una relación de profunda amistad que le cambia la vida.
De tono oscuro y hasta trágico, esta nueva comedia del director de "La suerte está echada" (2005) sigue las desventuras de esta pareja despareja, en una relación que genera malos entendidos vinculados con las diferencias culturales que hay entre ambos, algo que de todos modos no impide que cada uno de ellos -a pesar de sus defectos y contradicciones- deje aflorar lo más solidario y humano de sí.
“Un cuento chino” es el título más taquillero del cine argentino en 2011 en salas locales con cerca de un millón de entradas vendidas y representará al país en los Premios Goya, además de que viene de obtener lauros en varios festivales internacionales.
Tras la exhibición, Huang el actor descendiente de orientales que es el único representante del filme en Cuba, reconoció que en verdad él era argentino y esa confesión provocó la risa generalizada de los asistentes.
Esta fiesta del cine regional tiene este año una impresionante presencia argentina compuesta por 38 largometrajes y 6 cortometrajes.
“Un cuento chino” integra la competencia oficial del certamen junto a otros títulos argentinos como "Ausente", de Marco Berger, "El gato desaparece", de Carlos Sorín, y "La nueva vida", de Santiago Palavecino.
En la nutrida oferta general hay un centenar de títulos en concurso en las categorías Largometrajes de ficción, Opera Prima, Documental, Animado y Cortometrajes de ficción.
La oferta final de esta cita de lujo de la filmografía regional, está integrado por 562 títulos de 46 países, en los que también asoman con fuerza producciones de Brasil y México, con 25 y 24 respectivamente.
El cubano medio, que es un amante del cine, se va anoticiando de semejante grilla con escasa antelación, ya que el festival entrega cada día un programa que muestra únicamente los filmes a exhibirse en esa jornada y en la del día siguiente.
Al margen de las películas, el encuentro prevé este año homenajes al Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, al cineasta cubano Humberto Solás y al artista de la plástica de Chile, Roberto Matta.
UN CUENTO CHINO EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA HABANA
|