Vestida para la ocasión, luciendo una cabellera rojo furioso y sus rulos tradicionales, doña Rosa hizo su aparición en el escenario dispuesto en Zebra Club. Salió, literalmente, de un choclo gigante, en alusión a los premios más esperados de la temporada: los Marlos.
Acompañada de Lito Fernández Mateu y de Sonia Camps, el personaje que encarna Raúl Ceballos, hizo las delicias del público con su lengua mordaz y su mirada crítica, repartiendo los codiciados choclos entre la farándula presente.
Su monólogo inicial estuvo cargado de ironías, como la alusión al jurado de los premios Carlos y la controversia que el mismo generó. "Consideré necesario oxigenar los Marlos y escuché propuestas de cambio: los Marlos son premios dudosos pero divertidos, otorgados por el mismo jurado de los Carlos serían demenciales y aburridos!!!", consideró.
Ahí nomás, doña Rosa comenzó a repartir choclos por doquier, como ella misma los define, unos premios "ecológicos, biodegradables, comprables, irracionales, injustos e indiscutidos".
Uno de los primeros en recibir su Marlo fue Jonás Testi, al mejor cholulo de la temporada, en especial y casi en exclusividad, de Florencia de la V. Los QV4 también recibieron el suyo, en el rubro "No te peines que no salís en la foto". "Son los eternos figuretis de Carlos Paz, donde se prende una cámara aparecen ellos", fue la justificación.
Otro de los rubros más aplaudidos fue a la "disforia actoral", que sería cuando los actores hacen un personaje tan mal que merece el cuerpo de otro actor. La terna la componían Freddy Villarreal haciendo de la Mole Moli, pero más parecido al tío Lucas de los Locos Adams; René Bertrand actuando de gay (y sacándole la exclusividad del personaje a Víctor Collino), y Matías Santoiani, cuya interpretación merecería "la intervención del CHA o del Inadi, por mostrar un gay parecido a un marciano o a un perro disfónico". Santoiani no estaba presente para recibir el suyo, pero la descripción de su actuación fue festejada con aplausos.
Entre los grandes misterios de la temporada se mencionó a Doña Jovita y el interrogante sobre cómo llegar a la sala teatral donde actuaba; a Pablo Rey porque se lo vio en todos lados pero no estaba en ningún teatro, y a "El Gran Show", porque con tantos cambios de cartelera nadie sabía a quién iba a ver en la función. El ganador fue este último espectáculo en un rubro que bien podría haberse llamado "Sabes quién viene a actuar?".
Gastón Grande de la comedia "Flor de Pito" recibió el premio al actor más apurado ("no se sabe por qué sale corriendo después de cada función sin saludar a nadie"). En cuanto a revelaciones, Mariana Bonadero lo recibió por la obra "Humor vs. Humor" y Adrián Navarro por "Jardín de Otoño".
La mejor sorpresa de la temporada fue el Mudo Esperanza en una terna difícil, en la que competían Silvina "la Profe" (por lo mal que baila), Mariana de Melo (por su desnudo en escena), Jimena Campisi (su participación en rollers en "Flor de Pito"), o La Mole Moli por convertirse en artista. Lo ganó El Mudo, por dar "muestras de haber llegado a jugar en las primeras ligas del humor cordobés".
La atracción de la temporada terminó siendo el chanchito eructador de Doña Jovita, que con mucho mérito le ganó a las hermanas Escudero y a la Mole Moli. Como diosa del verano fue elegida Claudia Fernández. Y Marcos Ontivero, con su magistral imitación a Ana María Alfaro, casi se lleva el reconocimiento de la dueña del Operativo Verano de AM 580.
Al último llegó el Premio Naranja compartido entre Sebastián Almada y el Chango Juárez, el Limón que se declaró desierto y el de Oro que, con mucho mérito, le fue otorgado a Gladys Florimonte. La cómica de "El Gran Show" lo recibió con mucha emoción y recordó que en más de una ocasión fue destinataria del premio "Gracias por no venir".
Así pasó la última fiesta del verano, con muchas ausencias por las condiciones climáticas adversas, pero con un clima de mucha diversión, ya que se sabe que los Marlos, le dan una mirada distinta a la temporada teatral.
