"Tengo mi carpeta aprobada y quedé en lista de espera, pero nunca me llamó nadie. Ni para una reunión ni para nada. Figuro en un listado nacional, desde Ushuaia a La Quiaca", contó el conductor de Ponele la firma a la revista Paparazzi.
Si bien el periodista está algo resignado, no pierde las esperanzas: "No tengo la expectativa puesta ahí porque de lo contrario no haría nada. Tengo mi corazón abierto para cuando eso llegue. Sé que de mi parte he puesto todo, y forzar con la cabeza algo que no depende de mí no creo que sea lo más indicado".
"Todo lo que depende de mí lo hice. Entrevistas, psicólogo, vinieron a casa los psicólogos a ver el lugar donde viviría el niño, llevé la declaración jurada para que sepan lo que gano, llevé la escritura de mi casa, me hice los estudios y los análisis para saber si estaba físicamente apto para adoptar... Tengo todo aprobado, no puedo hacer nada más desde mi lugar", contó.
Hace un tiempo, el conductor había dicho: "Quiero darle lo que yo no tuve. Tengo mucho afecto para entregar. Ser padre es mi asignatura a cumplir. Me gustaría estar presente y compartir mucho tiempo con mi hijo". A pesar de que su historia fue dolorosa, ya que su padre lo abandonó cuando tenía dos años, él quiere dar vuelta la página: "Sobre todo me gustaría estar presente y compartir el mayor tiempo posible con él. Con más o menos plata, cuando hay afecto de por medio, todo es llevable".
