Según trascendió Paula Chaves recibió el permiso de sus médicos para irse a su casa, pero su hija no corrió la misma suerte. Olivia nació "amarilla" algo muy común en los bebés recién nacidos y necesita que la pongan en "lámpara", así se denomina el tratamiento para esos casos.
"Olivia estaba un poquito amarilla por la bilirrubina. Nos asustamos un poco", había dicho Peter Alfonso el flamante papá que además está intentando "sostener" a la modelo quien atraviesa un complicado posparto.
Al parecer, Paula está pasando por días difíciles tras dar a luz a su primera hija. Además de los nervios por la bilirrubina alta de la beba, Chaves no quiere recibir visitar de nadie más que de su familia y se debería a que perdió su figura.
La modelo aumentó cerca de treinta kilos y no quiere que la vean así. Además, está muy caprichosa e intolerante por lo que rechazó regalos y hasta pidió exclusividad en la clínica donde dio a luz.
Minutouno.com