“Es especial, raro, distinto, un desafío. Tener que hacer un personaje que es un hombre de fe, que ante todo es un hombre de fe, y en mi caso que soy escéptico y cerebral. Constituyó un gran desafío y un aprendizaje porque se derribaron algunos prejuicios que yo tenía con respecto a tener fe”, destacó el actor.
Además, declaró: “Tengo la sensación de que salí más enriquecido yo que la gente que se ha encontrado conmigo. Así que se los agradezco”.
“Fabián Bielinsky decía: Vivir para aprender, ese es el tema. cuando no estás aprendiendo, estás perdiendo el tema”, sostuvo Darín.
En cuanto al mensaje del film de Pablo Trapero, el actor destacó que “la película nos ayuda a reflexionar, cada uno puede pararse en esa reflexión como quiera o como pueda. Pero creo que la máxima aspiración es esa, nos ayuda a reflexionar”.
La protagonista femenina de la película, Martina Guzmán también habló con Canal 26 sobre su participación en el film de su marido.
“Mi personajes es Luciana, una asistente social que trabaja junto al personaje de Ricardo y de Jeremy que son dos curas que trabajan en la villa. Los tres trabajan juntos en la Ciudad Oculta tratando de aportar diferentes cosas a esa situación y esa realidad”, contó.
Aseguró que hacer el film “fue muy movilizante, entrar en Ciudad Oculta y trabajar con la gente y ver la apertura y la predisposición, la entrega y ver como tomaron el proyecto como propio. Fue movilizador, una experiencia alucinante, muy intensa”.
Al igual que Darín, sostiene que le dejó un aprendizaje ser parte de “Elefante Blanco”: “Hay algo de la fuerza, la entereza, la firmeza, la fortaleza que fue para mí un aprendizaje”.
Y finalizó: “La película es una reflexión sobre el mundo de la fe, en un ámbito más amplio. La fe sobre en qué creer, en qué no creer, la justicia, la injusticia, el amor, cuánto vale lo que uno hace. Una reflexión sobre las instituciones, la política, sobre una realidad determinada de nuestro país”.
