El nuevo video de la excéntrica cantante, dirigido por ella misma, muestra un material muy minimalista en comparación con las espectaculares y llamativas imágenes de los sencillos anteriores.
La artista aparece cantando entre la niebla desde un departamento de Nueva York, despojada de cualquier suntuosa coreografía, elaborada mitología o múltiples cambios de vestuario, señas que hasta ahora identificaban los videos de la cantante.
La prensa se mostró dividida sobre el cambio de Gaga, que durante el clip luce un vestido de Versace.
Portales especializados como The Atlantic y Pop Justice lo calificaron como "aburrido" y "terrible", mientras que otros como Entertainment Weekly y Vulture lo tildan de "refrescante" y "relajante".
Algunos de los fanáticos de Gaga no dudaron en arremeter a través de la red Twitter contra Joseph Khan, quien originalmente se iba a encargar de la dirección del clip.
