CHINA ZORRILLA LLEGA A MAR DEL PLATA

China Zorrila vuelve a los escenarios Marplatenses con una pieza humorística de principio de siglo XX, de la que destaca la risa sin el uso de insultos y el elenco “mayor” que la acompaña.

Una niña de 80 años. Una enorme actriz con la humildad y pudor del estudiante en su primera clase de teatro. Un espíritu divertido y vital, que da lo mejor de sí cada vez que sube a un escenario, aunque al bajar de las tablas, los achaques del tiempo pasen factura. Lo dicho y mucho más es China Zorrilla, esa uruguaya que un día cruzó el charco para enamorar para siempre a los argentinos con sus grandes actuaciones y su aún más grande personalidad.

Después de varios meses de presentaciones en Capital Federal, “la China” sale de gira con una comedia escrita como ayer, aunque tiene un siglo de vida.

“Las d´enfrente”, de Federico Mertens, sube a escena esta noche y mañana en el Centro de Arte RadioCity+Roxy+Melany, con el protagónico de Zorrilla, Jorge Rivera López, Fito Yanelli, Marikena Riera, Marisol Otero, Laura Palmucci, Paula Villanustre y Emanuel Biaggini. Bajo la dirección de Santiago Doria  se presentan en el Teatro Roxy.

El no estar conforme con lo que se tiene y ambicionar la vida del vecino que se supone mejor, es el motivo central de esta comedia costumbrista urbana, típica de la dramática nativa de la primera década del siglo pasado. Por espíritu y formulación se encuentra en la línea que encabezan obras como “En familia” de Florencio Sánchez y “Las de Barranco” de Gregorio de Laferrere, aunque varíen los logros y difiera en la importancia de sus alcances.

La obra fue largamente aplaudida y festejada por el público al ser animada en el antiguo teatro Apolo de la Capital Federal a fines de 1909 por la compañía de Pablo Podestá. Y ahora repite la suerte gracias a este grupo de actores “mayores”, según definió a El Atlántico quien fuera protagonista de “El diario de Adán y Eva”.

La actriz confesó que cuando le llegó la propuesta para protagonizar esta historia, “todos pensaban que yo la conocía, pero a mí me dio vergüenza porque cuando la escuché me gustó muchísimo y jamás la había oído. La historia se cuenta con tanta gracia y frescura que a uno lo lleva a reírse y reírse, y preguntarse cómo terminará el entuerto”, aseguró, antes de destacar que “es un poema que tiene varias líneas y a medida que avanza va subiendo la gracia con la que se cuenta, hasta terminar con una explosión de risas, sin necesidad de la puteada, de la mala palabra, de la cosa de doble sentido. Simplemente a puro humor y gracia”.

Con esa actitud humilde que la caracteriza, acompañada por su particular risa, confió que le divierte “mucho” hacer esta obra. “Tengo más de 80 años pero me divierto como cuando tenía cinco. Lo que estamos haciendo no es sólo para divertir a la gente, sino para divertirnos nosotros”, afirmó.

Respecto a la relación con sus compañeros de elenco, contó que “generalmente me pasa que conozco a todos los actores de acá, porque hemos compartido alguna película o reunión. Pero en este caso no nos conocíamos mucho, sólo sabíamos quiénes éramos. Sin embargo, esto se convirtió en un grupo. No somos un par, somos un grupo grande y nos festejamos los chistes como si fuéramos una familia. Hay una buena onda que el público, creo, recibe muy bien. ¡La gente se ríe de la obra y de vernos divertidos!” exclama.

- ¿A esta altura de su vida que significa subir a un escenario para hacer reír al público?

- Últimamente he estado con algunas preocupaciones. Inclusive en un momento pensé ¿qué es esto que me ofrecen? Sin embargo, cuando subo al escenario es como una cura mágica. Cuando subo al escenario digo lo que tengo que decir, me divierto como en el colegio y ahora mismo ya me estoy divirtiendo por lo que diré mañana (por hoy). Es una obra fresca, desprovista de malas intenciones. Somos chicos en la playa jugando con un juguete. Hace días que extraño la obra. Es el triunfo de lo fresco, del verdadero humor. Chaplín hizo reír al mundo entero y no precisó decir una mala palabra. Somos un grupo de actores mayores, ninguno es un niño. Es muy lindo lo que nos está pasando.


Por María José Garufi, Diario El Atlantico