EL PRIMER BESO DE LOS PRINCIPES

 Luego de haber sido unidos en sagrado matrimonio, los Duques de Cambridge iniciaron su camino por la alfombra roja hacia la salida por la Gran Puerta Occidental de la abadía para realizar un recorrido con dirección al Palacio de Buckingham.

Felices y tomados de la mano, luego de alrededor de hora y quince minutos de ceremonia religiosa, la pareja salió de la Abadía de Westminster flanqueados por los miembros del clero.

Detrás de ellos le siguieron los pajes y el padrino, el Príncipe Enrique, así como la dama de honor, Philippa Middleton, hermana de la novia además de Carole, su madre.

Un poco más atrás, la reina Isabel II salió acompañada por  su esposo, el Príncipe Consorte Felipe; además de su hijo y padre del novio, el Príncipe Carlos y su esposa, Camilla Parker Bowles, duquesa de Cornualles.

Durante el recorrido en el carruaje, que fue el mismo que utilizaron el Príncipe Carlos y la Princesa Diana cuando se casaron en 1981, miles de turistas y nacionales británicos no dejaban de agitar las banderas y toda serie de objetos conmemorativos que tenían en sus manos para celebrar la tan esperada Boda Real, en medio de un estruendoso repique de campanas.

Los novios realizaron un breve paseo por las avenidas céntricas de la ciudad londinense, como Pall Mall y Whitehall, saludando a las miles de personas que flanquearon las calles desde la madrugada, a pesar del riesgo de lluvia que se había previsto.

Una vez llegados a Buckingham, el nuevo matrimonio se asomó por el balcón principal para saludar a la multitud, en donde se dieron su primer beso.